¿De qué manera se regresará al aula después del aislamiento social? ¿Qué pasará con los aprendizajes? La primera respuesta es que la pandemia también dejará secuelas en el ámbito educativo y modificará a la escuela de manera estructural e intensa.

Uno de los mayores temores es que el número de alumnos se desplome, sobre todo en los más desprotegidos en lo social, económico y cultural.

El documento “Volver a las escuelas. Cómo continuamos después de la cuarentena”, de la Fundación Voz, con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y Horizonte 2050, plantea que nada volverá a ser como antes.

El informe, que incluye consultas a más de 500 referentes nacionales y provinciales de casi 390 organizaciones e instituciones, sostiene que los cambios serán tan profundos que moverán los cimientos.

Ya se advierten situaciones novedosas: desde la refundación del pacto familia-escuela (instituciones que vuelven a la cúspide en la consideración social) hasta la pérdida de estudiantes que, irremediablemente, se caerán del sistema.

El abandono escolar será histórico en 2020, por eso el sostenimiento de los alumnos dentro de las instituciones aparece como uno de los principales desafíos. El abandono es un indicador nodal del fracaso escolar que, si bien ha mejorado en los últimos años, sigue siendo muy alto en la Argentina. En Córdoba, sólo el 57% de los alumnos termina el secundario en los seis años previstos.

En tiempos de coronavirus, la deserción estará anclada a las desigualdades socioeconómicas, que se materializan en la falta de acceso a las tecnologías y a los pobres recursos culturales dentro de las propias familias, que imposibilitan la ayuda en las tareas escolares.

“Las estadísticas que manejan los actores consultados hacen variar los números de este abandono entre el 25% al 45%. Estas cifras son totalmente variables teniendo en cuenta contextos sociales, geográficos, tecnológicos”, apunta el informe. Son estimaciones.

La situación es compleja: a los estudiantes que hoy se registran como “ausentes o desconectados” hay que sumar a aquellos que, pese a haber continuado con clases virtuales, podrían dejar la escuela para ayudar a la recuperación económica de su familia en la poscuarentena.

Escenario de posguerra

La educación se encuentra en un momento bisagra que acelera la transformación hacia una nueva escuela y que comienza a aparecer como “un lugar de encuentro”, donde los vínculos son más importantes que la misma transmisión de saberes.

En este nuevo escenario, los estudiantes que regresen serán distintos a los que interrumpieron o no iniciaron sus clases en marzo. Por eso, el acompañamiento cercano será fundamental para evitar la deserción.

Será el momento de reforzar el acompañamiento de las “trayectorias educativas”, que son considerados prioridad desde los últimos años, como una manera de garantizar el derecho a la educación. Precisamente, la reforma del secundario, que se implementa en algunas escuelas de Córdoba, está basada en esta idea.

En otras palabras, el “operativo retorno” se enfocará en el seguimiento de los aprendizajes de los alumnos de una manera más personalizada.

Los debates de los directivos –que se publican en el informe de Fundación Voz– concluyen que la situación educativa a nivel mundial “podría compararse con una posguerra”. Sostienen que es necesario pensar una salida en escala, pensando en las trayectorias reales y no en las teóricas, e integrando todos los niveles educativos.

Para los consultados, la virtualidad debe funcionar como sostén de esos trayectos personales y las tecnologías deben servir de nexo para que docentes y alumnos construyan vínculos, imprescindibles para que la educación sea posible.

El documento apunta que para mitigar las enormes disparidades que aparecerán es indispensable reforzar las tutorías y generar espacios de acompañamiento, individuales y grupales. También se sugiere crear nuevas figuras docentes o parejas pedagógicas.

Recuperar a todos

¿Qué hacer con aquellos alumnos que se desconectaron por completo de la escuela durante la cuarentena, por cuestiones sociales, culturales y económicas? “Hay que ir a buscarlos”, acuerdan los docentes.

El documento “Volver a la escuela” remarca que la prioridad es recuperar a todos los alumnos matriculados ante el “altísimo riesgo” de deserción. “No podemos perder a ningún estudiante”, plantean los consultados.

Los directores e inspectores insisten en que ante lo que se prevé será “un alto desgranamiento”, las estrategias deben ser claras y que la recuperación de los que no regresen deberían pensarse a través de equipos de orientación y organizaciones sociales.

El acompañamiento es una estrategia crucial ya que, opinan los referentes educativos, los chicos “están sufriendo un tiempo de mucha angustia e impacto emocional de todo tipo”. Son situaciones que no pueden abordarse por teléfono o de manera virtual. “Esta crisis requiere de encuentros presenciales para ser acompañadas”, plantea el informe.

En consultas intersectoriales, realizadas a los fines de diagnóstico y protocolo de actuación, hubo coincidencia en no es momento de preocuparse sobre “cómo se promociona este año”. Los inspectores, incluso, señalaron que “el nivel o el año siguiente debe hacerse cargo de este proceso” y que las familias tienen que estar bien informadas.

En esa línea, Córdoba ya anunció que unificará el ciclo lectivo 2020 y 2021 y garantizará una “promoción acompañada”, que, en la práctica supone que todos tendrán la posibilidad de pasar y acreditar los conocimientos el año próximo.

Cuándo será la vuelta a clases de los chicos

Fuentes del Ministerio de Educación estiman que recién en agosto se retomarían las clases, escalonadas y con protocolos especiales.

Fuente: La Voz