Los colegios privados de Córdoba aguardan con preocupación la ayuda del Estado para sostener los servicios educativos que –aseguran– se encuentran en situación crítica debido a la alta morosidad en el pago de las cuotas. El retraso ronda, en promedio, el 60%.

El Ministerio de Educación de la Nación anunció el mes pasado que incluiría a los colegios de gestión privada en los programas de ayuda a las empresas para el pago de salarios en el marco de la pandemia. Algo que aún no ocurrió.

Carolina Parma, titular de la Junta Arquidiocesana de Educación Católica, confirmó que la ayuda no se ha hecho efectiva en Córdoba. “Estamos muy afligidos. El ministro Walter Grahovac está trabajando para acelerar los tiempos junto con el Consejo de Educación Católica y las cámaras de colegios privados”, informó.

Desde el Ministerio provincial indicaron que se han trasladado todas las inquietudes del sector al ministro nacional Nicolás Trotta. “Es un tema que está evaluando la Nación”, insistieron.

Al inicio de la cuarentena, en marzo, la morosidad alcanzó el 90 por ciento. Hoy, seis de cada 10 estudiantes no abonan las cuotas a tiempo. En la provincia, alrededor de 300 mil alumnos asisten a instituciones de gestión privada.

Parma explicó que la falta de pago al comienzo del aislamiento estuvo vinculada a la incertidumbre sobre cómo se harían efectivas las clases virtuales y, en algunos casos, los padres desconocían la mecánica de los medios electrónicos para abonar las cuotas.

La morosidad no sólo se observa en familias de los sectores más vulnerables, con trabajos precarios, sino también en padres cuentapropistas, con empleos autónomos o en relación de dependencia pero con sueldos reducidos.

En las regiones turísticas, hay situaciones preocupantes ya que la mayoría de las familias viven de emprendimientos vinculados al turismo, que hoy no existe

“Las escuelas con alta morosidad no llegan a cubrir los sueldos sin aporte del Estado, que en las escuelas de gestión privada involucra a maestranza, administrativos y docentes con horas cátedra y cargos sin aporte”, remarcó Parma.

Parma dijo que en los vecindarios con más carencias, donde también hay colegios privados, “aunque quisieran, es muy difícil ponerse al día con los pagos”.

“En los barrios más populosos lo están pasando muy mal. La escuela tiene que estar con ellos pero sostenerse a sí misma. Esa es la gran complejidad”, subrayó.

En Córdoba, alrededor del 80 por ciento de los colegios privados recibe algún tipo de aporte del Estado para los sueldos docentes.

Sin aumentos

Javier Basanta Chao, presidente de la Cámara cordobesa de Institutos de Educación Privada, aseguró que los colegios no aumentaron las cuotas. “Hicimos un compromiso con el Ministerio de no aumentarlas, en tanto no se incrementaran costos como salarios, servicios e impuestos”, afirmó.

Basanta Chao coincidió en que los niveles de morosidad son altos. “Hace una semana rondaban el 57 por ciento; hoy están por encima del 60”, dijo. Los niveles más críticos son los no obligatorios: salas de 3 años y educación superior.

“La mayoría de las instituciones no pudo acceder al aporte del Estado para esta emergencia. Estamos en gestiones con el Estado nacional y el provincial. Hay situaciones críticas, hay instituciones que van a estarlo en menos de 30 o 45 días y otras que pueden soportar hasta no más de agosto. La situación es grave”, insistió el titular de la cámara, que representa a 90 servicios educativos, con aporte y sin aporte estatal.

Riesgo de cierre en jardines de infantes

Los jardines de infantes privados alertaron que se encuentran en una situación crítica por la falta de pago de los aranceles por parte de las familias de los alumnos.

Sabrina Cabrera y Perla Palou, de Kinder, indicaron por ejemplo: “No tenemos para saldar alquileres ni sueldos, abonamos servicios únicamente y gracias a la venta de empanadas”.

La situación se repite en otros, sobre todo respecto de los asistentes de menor edad.